martes, 28 de octubre de 2008

George Soros: el dueño de Argentina

Negocios Nacionales GEORGE SOROS El magnate húngaro vuelve por más Después de haber licuado su participación en la Argentina, el millonario suma inversiones en el agro y las telecomunicaciones y apuesta a nuevas oportunidades: quiere crecer como productor lácteo y hace pie en negocios gasíferos e inmobiliarios.
Ir y venir. En su vínculo con la Argentina, George Soros parece haberse hecho eco de la publicidad. Su retirada de los negocios locales, ejecutada con precisión milimétrica en la antesala de la devaluación, fue sólo para tomar impulso: ahora, mientras apuntala sus operaciones en los rubros agropecuario y telecomunicaciones, cierra los detalles para nuevos desembarcos en los segmentos lácteo, inmobiliario y energético.Polémico, señalado por algunos como manipulador financiero internacional por haber amasado gran parte de su fortuna especulando contra la libra esterlina, conoce como pocos el devenir de los mercados emergentes: el haber perdido con sus hedge funds unos u$s 6.000 millones lo volvió más cuidadoso en sus movimientos. Es por eso que tanto su decisión de emprender el regreso como sus elecciones denotan renovada confianza en la rentabilidad que puede deparar hoy la Argentina y marcan algunos de los sectores con potencial de crecimiento. “El dinero está hecho para jugarse. Lo obvio no es rentable: hay que apostar a lo inesperado”, dijo Soros alguna vez. Qué mejor destino que estas pampas para un espíritu audaz, entonces.IRSA y después. Atrás quedaron los años ’90, en los que Eduardo Elsztain y Marcelo Mindlin fueron los socios locales de Soros en IRSA, el holding de los shoppings y edificios emblemáticos y del que el millonario emigró en 2000 tras haber sumado a su patrimonio más de u$s 500 millones por los negocios concretados en la Argentina en esa década. Actualmente, uno de sus laderos locales es Federico Ravazzani, ex Morgan Stanley, quien conduce un fondo de inversiones boutique. Ravazzani está trabajando en absoluto hermetismo en pos de concretar los próximos pasos en el país del megaempresario de origen húngaro, nacionalizado norteamericano.Cuando en 2003 el por entonces flamante presidente Néstor Kirchner se entrevistó con el magnate en Nueva York, Soros le confesó haber visto “una recuperación de la Argentina como no ocurrió en ningún otro país”. Ahora, el empresario está interesado en una planta láctea ubicada en Villanueva, cerca de Villa María, Córdoba, que perteneció a Nestlé y que hace dos años fue comprada por una compañía canadiense llamada Inovatech. Allí se producía leche en polvo, dulce de leche y leche condensada. Pero la ecuación de ventas y costos de producción no les cerraba, y en Nestlé se convencieron de venderla aun a bajo precio. Los canadienses reorientaron la producción hacia leche en polvo y butter oil (grasa anhidra) y gestaron un plan de elaboración de alimentos en base a soja. Exportan a Canadá, México, Asia y Europa. Pero en medio de todo este proceso, Soros les acercó una propuesta económica que –en los oídos de los directivos de Inovatech– sonó a negocio financiero. Las cifras exactas están bajo llave, pero se sabe que compraron barato y pueden vender por mucho. Como el proceso de venta de Nestlé a Inovatech había generado mucha preocupación en torno del futuro de las fuentes de trabajo, actualmente se negocia con discreción porque el gobierno de José Manuel de la Sota quiere evitar cualquier atisbo de psicosis.Para apuntalar esta operación, el gobernador ofició de virtual intermediario entre un ejecutivo de Soros y el sector privado cordobés. “Están intentando comprar una planta que produce unos 200.000 litros diarios de leche. Trabajamos también en opciones de plantas más pequeñas que se le ofrecieron a este grupo, a quien se le plantearon además alternativas de desarrollo en temas energéticos, inmobiliario y el turismo”, sostuvo el ministro de Finanzas cordobés, Mario Elettore. El funcionario secundó a De la Sota en la reunión que mantuvo el mes pasado en Nueva York con Alan Boyce, director del Soros Fund Management, Frank Pérez, presidente del Fondo de Inversión Southern Oil y Gas Investment, y Benjamin Heller, del Grupo HBK Inversiones. Otra región geográfica de interés para Soros es el norte argentino. Allí estaría a punto de anunciar una megainversión por la cual hizo firmar a sus gestores locales un contrato de confidencialidad que vence el 16 de abril. En el norte del país se desarrollaría un emprendimiento del rubro energético, más específicamente gasífero, cuyos detalles quedaron en manos de Pérez.Inmobiliario. “Me limito a opinar con mi dinero”, señaló Soros cuando en 2004 donó casi u$s 13 millones a los grupos que buscaban la derrota electoral de George Bush. Con un patrimonio personal estimado en u$s 7.000 millones, el magnate tiene bastante para decir. Si bien en los últimos años eligió el perfil de inversor pasivo –se corrió del manejo directo de sus negocios, delegó poder en sus dos hijos y se limita a elegir managers de primer nivel– evidentemente con los años pierde el pelo pero no el olfato: los mercados emergentes están en una etapa brillante como destino de inversiones. El alto superávit fiscal, combinado con deudas en franco retroceso, inflaciones contenidas y mejoras en los ingresos, atrae fondos ávidos de dar en el blanco.En los últimos días de vida de la extinta Aguas Argentinas, Soros fue contactado por el ministro de Planificación Julio De Vido con la intención de tentarlo con la compra de la empresa. Según trascendió, el megamillonario habría dejado en claro que la provisión del servicio no le generaba ningún atractivo. En cambio, se mostró entusiasmado con la posibilidad de participar de eventuales obras de expansión de la red. La coyuntura local le multiplicó a Soros las chances de acertar: en una economía que –aún arrastrando una cada vez más desigual distribución del ingreso– crece a ritmo sostenido, los nichos también se reproducen. A diferencia de su presencia en los ‘90, ahora el empresario tiene un abanico más vistoso para desplegar antes de elegir. En Nordelta están a punto de cerrar una venta importante. El terreno en cuestión vale u$s 14 millones y mide cinco hectáreas y media que durante este mes tendrá nuevo dueño. Entre los interesados estaría Soros. Según señaló a FORTUNA el ingeniero José Chouhy, director de Consultatio, los tres finalistas son “grupos muy importantes, de primer nivel, con trayectoria nacional e internacional, que construirían inmuebles de alta categoría”. El terreno en cuestión es lo que llaman en Nordelta un “macrolote”, en el que se pueden construir tres o cuatro edificios con numerosas unidades bajo la figura del condominio. Es de las superficies más grandes que se hayan comercializado en el complejo y tiene vista al golf y al lago. La zona ya lleva el apelativo de Condominios del Golf y se prevé que albergue aproximadamente 38.000 metros cuadrados cubiertos de construcción. “Los tres grupos elegidos presentaron sus propuestas, y estamos viendo con cuál cerramos”, se limitó a informar Chouhy. La operación tiene peso real y también simbólico: en Nordelta quedan por construir “millones de metros cuadrados”, en superficies aún vírgenes de magnates. Telecomunicaciones. Soros es el principal accionista del Grupo Alternativa, empresa de telecomunicaciones que cerró el 2005 con una facturación de $ 10 millones y un crecimiento del 20%. Estos resultados fueron frutos de la decisión estratégica de fusionar sus distintas unidades de negocios en una sola compañía: Alternativa Gratis, que fue el primer proveedor gratuito de internet y tiene más de 200.000 hogares conectados mensualmente; Red Alternativa, que brinda telefonía para 4.000 PyMEs; Hola Argentina, con más de 2.000 clientes radicados en el exterior, y Netfono, el primer desarrollo local de telefonía por internet que cuenta con 40.000 usuarios registrados. Para este año, la compañía –que tiene más de un centenar de empleados– espera crecer un 25% y continuar con su plan de expansión que ya le permitió instalarse en Chile.Bajo el paraguas de IRSA, la compañía fue fundada en 1999. Soros se convirtió en el mandamás del grupo cuando a fines del año pasado se produjo un cambio societario: según datos de la consultora especializada en tecnología Relecturas, a través de Quantum Industrial Partners, su fondo de inversiones, el empresario se adueñó del 70% de la firma, refinanció los u$s 8 millones que le adeudaba la compañía y pagó cash a IRSA u$s 600.000. Soros también es accionista de Adeco Agropecuaria, la base de sus inversiones hoy en el país, que posee más de 105.000 hectáreas destinadas a ganadería, negocio lechero y cultivo de soja, maíz, trigo, arroz y girasol. En Brasil poseen otras 20.000 hectáreas y 5.000 más en Uruguay. La compañía factura unos u$s 30 millones al año y produce 200.000 toneladas de granos.La empresa nació en 2002, con la compra de 75.000 hectáreas que pertenecían a Pecom Agropecuaria, de Gregorio Perez Companc, que por entonces era la tercer empresa del rubro en el país. Fue la compra de acciones más importante en América latina durante ese año. Luego sumaron tres campos de la firma La Agraria, propiedad de la familia Mascarenhas, a cambio de u$s 11.200.000.FORTUNA consultó a su presidente, Mariano Bosch (h), si eran ciertas las versiones que indicaban que en los últimos tres años la empresa había invertido u$s 50 millones. “Fue mucho más, pero no puedo decir cuánto”, respondió. Adeco produce unos 80.000 litros por día en cinco tambos y está en plena expansión. La estrategia es la de la diversificación productiva y geográfica. “Estamos permanentemente evaluando alternativas de inversión. Contamos con una base de datos de potenciales negocios. El principal activo que buscamos incorporar son grandes bloques de tierra”, aseguran.En aquella reunión con Kirchner, Soros le había asegurado que su producción agropecuaria se había duplicado, y que tenía intenciones de contar con más volumen como para ingresar a los mercados norteamericano y mexicano. Ya exportó leche en polvo a varios países africanos, como Argelia, y también a Irak. Vende en el exterior más de 200 toneladas mensuales. Trascendió que una de los objetivos sería contar próximamente con 5.000 vacas en ordeñe y que no descartan invertir en una planta propia para procesar materia prima. Adeco –sociedad en la que además de Soros participan el grupo norteamericano Halderman Farm e inversores argentinos entre los que se destaca la familia Quentin-Caraballo– tiene oficinas en Buenos Aires, Uruguay y Brasil, país en el que acaba de comprar Monte Alegre, su primer ingenio de azúcar y etanol, que maneja más de 12.000 hectáreas. También en Brasil producirán algodón, café, maíz y soja. “Tenemos la misión de convertirnos en la empresa agroalimentaria líder en el mundo”, es el ambicioso objetivo de sus ejecutivos. Mientras mide con tranquilidad sus próximos pasos en la Argentina, Soros resume su carácter inquieto en una frase: “En un mundo tan dinámico, quedarse estático es pecado”. Una religiosa verdad.

Cristina Mahne Cedoc y gentileza Casa de Gobierno de Córdoba y diario La voz del interior.

3 comentarios:

EL VIEJO LUCHADOR dijo...

pero si este es el fundador y financista de OTPOR y es en realidad Estadounidense, aqui se llaman "manos blancas" y traen la consigna de hacer caer a los gobiernos socialistas tal cual hizo en toda europa oriental y la URS, ademas vietnam e Indonesia lo culpan de las calamidades financieras mas grandes de su historia, ya que es un avezado VIOLADOR por asi decirlo de las monedas que no sean DOLAR. a este delincuente los gobiernos de Sudamerica deberian de Declararlo ENEMIGO PUBLICO # 1

Unknown dijo...

No se debe permitir que empresas sean más poderosos que los países. Hay que limitar la acumulación de capital y bienes para acabar con la pobreza.

Unknown dijo...

Tantos millones, para que? Jajajajajaja un pobre chifladito